A continuación añado uan interesante entrevista suya.
Se dice que Vd. implantó en España la palabra "Uniformólogo"
Cuando ya me había dedicado plenamente a los uniformes me preguntaba ¿qué soy? Un día leí que en Roma existía un "Centro Internacional de Uniformología", así que, de "Uniformología", "uniformólogo". Creo que he sido yo quien ha introducido esta palabra en nuestro querido español.
¿Desde entonces se ha dedicado Vd. al estudio de los uniformes militares?
No, me dedicaba a ello mucho antes, desde que terminé la carrera.
¿Cuál fue el origen de su interés sobre los uniformes militares?
En mi familia no hay antecedentes militares. Creo que fueron aquellos años de la postguerra, que viví siendo un niño; quizá influyeran los numerosos desfiles militares y el ambiente patriótico de aquel tiempo ya tan lejano.
En Málaga se celebra con gran esplendor la Semana Santa y es costumbre muy antigua que tras la Virgen o el Cristo marchen Unidades militares. Los Regulares, la banda de Farnesio y ¡La Legión! Desde mi casa, que daba a la calle Larios, veía cada año desfilar a todas estas tropas. Creo que debió ser este ambiente lo que me motivó.
¿Recuerda su primer dibujo?
Mi primer dibujo ciertamente no, pero sí recuerdo algunos de mis primeros dibujos; yo debía tener 10 ó 12 años. Me prestaron una revista titulada "Illustrated London News" y en ella aparecía una espléndida página a todo color con una historia del uniforme inglés. Me dediqué a copiar las figuras. Aún conservo aquellos ingenuos y primitivos dibujos.
De ser una afición, se ha dedicado "profesionalmente" a la Uniformología ¿cómo fue la evolución?
Lo que comenzó siendo una afición infantil se convirtió en una verdadera profesión. Me acostaba pensando en los uniformes y me levantaba pensando en ellos.
Siempre he querido ser militar pero por preferencia paterna tuve que seguir los estudios de Derecho. Cumplidos los deseos familiares comencé a dedicarme al dibujo. La "Fosforera" me contrató uniformes para las cajas de cerillas; colaboré con la revista "La Legión" -que he mantenido durante 20 años- dibujando chistes de legionarios, chicas - algunas aparecieron tatuadas en sus brazos- y otras ilustraciones; también colaboré con "Blanco y Negro". Más adelante empecé a publicar libros de uniformes y cada vez fui haciendo más.
¿Se entiende la Uniformología sin ilustraciones?
La Uniformología necesita absolutamente de ilustraciones; "una imagen vale más que mil palabras"; de otra forma ¿cómo poder apreciar la vistosidad de un uniforme, su colorido y todos los pequeños detalles?
Lo que sí puede existir es un uniformólogo que no sepa dibujar, pero puede ilustrar sus trabajos con grabados o acuarelas, piezas originales del uniforme o recurrir a algún colega que dibuje.
La facilidad con la que Vd. dibuja y su característico estilo ¿son las claves del éxito de sus publicaciones?
El éxito de mis publicaciones no es debido a mis dibujos, sino a la belleza del uniforme y a lo que representa, que es a la profesión militar.
Se me ha tachado de hacer elegantes los uniformes que dibujo; ciertamente ésa es mi intención. También me han criticado diciendo que soy un 'figurinista'. No me molesta, porque lo soy; sólo pretendo representar la vistosidad y elegancia del uniforme militar; por eso huyo del movimiento y no suelo poner fondo, porque distraen.
He trabajado bastante. En los comienzos pude contar con tres buenos clientes fijos: los useños [de los USA., norteamericanos] Coroneles Elting y Todd (Conservador del Museo de la Academia Militar de West Point) y el alemán Dr. Helmut Waibel. Realicé para ellos miles de acuarelas.
En mi afán de difundir el uniforme español he publicado trabajos en revistas extranjeras especializadas: las francesas 'La Sabretache', 'Le Briquet' o 'Le Bivouac'; la belga 'La Figurine'; la italiana 'La voce del collectionisti' y la norteamericana 'Military Collector and Historian'. De esta última he tenido el honor de ser nombrado 'Fellow' o Miembro Distinguido.
Su libro fundamental "Soldados de España" ha sido reeditado y actualizado; todo un éxito.
Una vez terminado, los editores demoraron su publicación más de dos años debido a su alto coste; en vista de ello decidí correr yo con los gastos; era mucho dinero para aquella época -1978- así que, como un buen soldado de Caballería, me lancé ciegamente 'a la carga'. Estoy muy satisfecho pues se vendió muy bien; se agotó muy rápidamente. Un ejemplar se pagó en los años 80 a 75.000 pesetas -más de 450 ?-.
Supongo que Vd. es sabedor de que le consideramos unánimemente "el padre de la Uniformología española" ¿Qué opinión le merecen los estudios que actualmente vienen realizándose?
Modestia aparte, creo que sí merezco este título. Antes de mí no había nada; ahora, siguiendo mi huella hay bastantes cosas. En estos últimos años se han realizado muchos trabajos de uniformología, algunos muy buenos y otros muy malos. Pero en España el público no tiene mucha afición al tema y los editores no se atreven a correr la aventura de una publicación que, por otra parte, resulta bastante cara, dado las numerosas láminas a color que debe contener.
La afición a los uniformes militares antiguos y modernos está muy extendida, pero en unos lugares es mucho mayor -el Reino Unido- que en otros -España-. ¿Por qué?
En mi opinión, obedece a que son más cultos, a nivel del hombre de la calle, que nosotros. El español medio no compra muchos libros. En Gran Bretaña, hasta el pasado año, la revista 'Regiment' dedicaba cada número a la historia y los uniformes de un regimiento en concreto y han publicado más de 60 números ¿puede imaginarse una publicación así en España? Hace unos años una editorial de Madrid me encargó una "Enciclopedia del Uniforme Universal"; para poder hacer la edición hacía falta un determinado número de suscriptores; no se consiguió y, naturalmente, tan interesante proyecto, pionero en el mundo, no se realizó.
¿De cuántos Ejércitos dispone Vd. de libros o documentación sobre sus uniformes?
Creo poseer la mejor biblioteca uniformológica de España; creo haber comprado casi todo lo que se ha publicado en el mundo sobre uniformes. Tengo datos de casi todos los Ejércitos del mundo. De unos tengo muchísimo pero de otros casi nada.
No sé el número de libros que poseo. Nunca me ha preocupado contarlos, pero, por ejemplo, de la conocida editorial Osprey y sus series "Men at Arms" y "Elite" tengo casi 600. Pero mi biblioteca no sólo se compone de libros. Creo que la parte más importante y personal son mis carpetas-archivadores, de las que tengo unas 300, cada una dedicada a un país, un Arma o un Cuerpo. En ellas he recopilado todo cuanto ha caído en mis manos de láminas, fotos, artículos de revistas, etc. Cada una supera el centenar de hojas. Como ejemplo, he de decir que tan sólo de la época de Alfonso XIII tengo una docena de carpetas.
Ciertamente. Este procedimiento consiste en aprovechar los espacios en blanco de los libros de uniformes que ya poseo para pegar ilustraciones del mismo tema pero obtenidas de otro lugar. Cuando encuentro un espacio en blanco rebusco en mis archivos hasta que encuentro algo apropiado y cubro el espacio. Por ejemplo: el libro "The Indian States Forces" sólo contenía 5 ó 6 fotos en blanco y negro; yo lo he enriquecido con láminas en color de los vistosos uniformes; al libro "The dress of the Royal Artillery" le he añadido tantas ilustraciones que apenas puedo cerrarlo.
¿Ha habido algún Arma, Cuerpo o Regimiento que le haya interesado más estudiar?
El Cuerpo por el que siempre he tenido más interés ha sido la Legión, el Tercio, y ello ha fructificado en dos libros específicamente dedicados; el primero, editado por mí en 1978 y otro, en 1994 que realicé por encargo del entonces General Subinspector de La Legión, Reig de la Vega, obra para la que volví a dibujar todas las láminas del primero, añadiendo una buena colección de fotos de los archivos legionarios. De esta obra estoy verdaderamente satisfecho.
También me han interesado muchísimo los uniformes de nuestras tropas de Ultramar: América, Filipinas, Guinea y el Protectorado. Y además, los coloniales, por su abigarrado colorido: principalmente el ejército Anglo-Indio, el francés Armée d'Afrique y los italianos.
Ahora bien, me interesan los uniformes bajo dos aspectos: por un lado, los más lujosos y vistosos -los rusos 'Chevaliers Gardes', los prusianos 'Húsares de Zieten', la 'Guardia Noble Húngara' del Imperio Austríaco o los 'Alabarderos de la Guardia Mora' del Generalísimo Franco. Pero también me interesa mucho representar -como un homenaje personal- aquellos humildes y heroicos soldados que han sabido cumplir con el "Todo por la Patria". Cómo no recordar al humilde 'guripa' héroe de Baler (de los "últimos de Filipinas") o al guardia civil defensor del Alcázar de Toledo; esto referido a España. Cómo no rendir tributo al escocés del 42º de Highlanders de la 'delgada línea roja' en la batalla del Alma, al fusilero del 2/24 Warwickshire Rgt. defensor de Rorke's Drift ante los zulús o al simple legionario francés de Camerone en México.
¿Cuáles son los uniformes que más le gustan, de España y del mundo?
En España, el uniforme que más me gusta es el del Oficial legionario de los años 30 y 40. Y el más lujoso, en mi opinión, fue el de los Coraceros de la Guardia Real de Fernando VII en 1830.
Del extranjero son muchísimos los que más me gustan: los 'Skinner's Horse', el ceremonial sajón de 1730 con su impresionante casco alado, los 'Mosqueteros Grises y Negros' de Francia de 1814-15, los 'Húsares Alados de Sobieski' de 1683, la 'Imperial Guarda da Honra' del actual Brasil. Son muchísimos; enumerarlos sería como un listín telefónico.
¿Guarda trabajos inéditos?
Tengo varios; algunos son encargos de los que el editor 'se rajó'; otros los hice por mi interés en el tema: la Artillería y los Ingenieros de la serie "El Ejército de Alfonso XIII", otro sobre mis queridos 'Dragones Cuera' de California y Texas; otro que lleva tres años en poder del editor sobre los uniformes de la tercera guerra carlista y otro, terminado sólo a falta del texto general, sobre los uniformes coloniales franceses, con 250 figuras. También tengo inédita una colección de láminas tipo recortable que titulo "Nuestras Viejas Tropas de África" referente a las del Protectorado, Guinea e Ifni-Sahara.
¿Cuál ha sido el uniforme del que más le ha costado lograr información?
De los españoles, el de los "Tiradores Voluntarios de Málaga". Tras años de no encontrar nada, al comprar un libro antiguo me encontré dentro una acuarelita de época con los uniformes del Oficial y del soldado. De los extranjeros, aún sigo buscando unos granaderos a caballo de Bolivia.
¿Cuántas ilustraciones ha realizado?
No acostumbro a tomar nota, pero puede uno imaginarse la cantidad de dibujos a lo largo de los 65 años que llevo trabajando. Dos ejemplos: para la obra "L'Armée Russe" hice 3.500 figuras y, para el Boletín de la Agrupación de Miniaturistas Militares de España, unas 2.500.
¿Ha merecido la pena su dedicación a la Uniformología? ¿Han sido reconocidos sus trabajos?
En el terreno personal, rotundamente sí, ya que me he realizado plenamente. En el aspecto profesional puedo decir que he sido un hombre plenamente feliz ya que he trabajado en algo que me gustaba muchísimo y he logrado vivir bastante bien con mi trabajo.
Con respecto a si han sido debidamente reconocidos mis trabajos, también creo que sí. Ahí están la Cruz del Mérito Militar que me han concedido y el título, para mí muy querido, de Legionario de Honor.
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