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miércoles, 17 de agosto de 2011

La guerrilla en Palencia


Origen

Los mayores núcleos obreros de la provincia de Palencia eran los pueblos mineros de la Montaña: Barruelo de Santullán y Guardo. Durante la huelga general revolucionaria de octubre de 1934 se produjeron sublevaciones armadas de grupos obreros principalmente en esas localidades y sus comarcas, debiendo intervenir fuerzas militares procedentes de Palencia y Burgos, además de la propia Guardia Civil de la provincia. Tras estos sucesos, el partido judicial de Cervera de Pisuerga, al que pertenecían esas poblaciones, pasó a depender del gobernador general para la provincia de Asturias, órgano creado con ocasión de la huelga, que además asumió poderes especiales también para León.
Como consecuencia de los sucesos revolucionarios fueron detenidos varios cientos de hombres, amnistiados tras el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936. En julio, la Guardia Civil de Barruelo, junto con un grupo de falangistas, se sublevó contra el Gobierno y declaró el estado de guerra. Un gran número de socialistas del pueblo se echaron al monte sin presentar batalla, a la espera de que la sublevación fracasara. Muchos de ellos, al ver que la situación se prolongaba, lograron recoger a sus familias y pasar a Cantabria.
Comarcas de Palencia.
Cuando cayó el frente del Norte, muchos combatientes permanecieron en el monte. Un grupo se asentó como guerrilla cerca de Barruelo, en los montes de Salcedillo y de Valberzoso. Se calcula que eran unos treinta hombres. Algunos cayeron en enfrentamientos con la fuerza pública, otros fueron detenidos y otros lograron salir al extranjero.
La guerrilla de Barruelo era calificada por la propia Guardia Civil como “mendicidad armada”. Este grupo nunca buscó el enfrentamiento abierto con la Guardia Civil. Simplemente pasaban el tiempo sin entregarse, esperando que algún acontecimiento exterior derrocara al franquismo. Daban pequeños atracos y a menudo iban a dormir y a comer a sus propias casas, sin que nadie les denunciara. Incluso a veces iban al baile cuando había fiesta en algún pueblo de la comarca, y además de bailar con las muchachas daban un mitin antifranquista. Tenían relación con otro grupo guerrillero de Los Carabeos (Cantabria), pero nunca se organizaron en entidades superiores, a pesar de que, tras el desembarco aliado en Normandía, el PCE envió desde Francia enlaces con instrucciones para que se organizaran en agrupaciones guerrilleras. Ellos se negaron aduciendo que, si aumentaba la acción guerrillera, aumentaría la represión contra ellos y contra la gente del campo que hasta entonces no había sido molestada por la Guardia Civil.


El final, 1947

En 1947 los enlaces llegados desde Francia les transmitieron la orden de cesar en la lucha y salir al exilio. Los guerrilleros de Barruelo, cansados y desesperanzados, lograron llegar a Francia en pequeños grupos.
Sin embargo, al mismo tiempo que este grupo abandonaba Palencia, llegaba a la Montaña una cuadrilla desgajada del grupo de Juanín y Bedoya, que actuaban por la zona cántabra de Vega de Liébana. La cuadrilla, de tres hombres, se estableció por la zona de La Pernía y actuó de forma completamente opuesta a los anteriores guerrilleros: no buscaron ningún contacto con el pueblo, no hicieron un discurso político, y se dedicaron de manera preferente al secuestro de miembros de familias ricas, pidiendo elevados rescates. Este trío operó en Palencia hasta 1953.

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